1. Dediquen tiempo unos a otros. Apoya a tus hermanos y padres en sus actividades, juegos y aficiones.
2. Traten de comer o cenar la mayor parte de la semana. Si
tienen agendas complicadas, programen un día para comer juntos.
3. Dediquen un día a la semana a hacer algo como visitar a
los abuelos, dar un paseo, caminar, jugar, etc. su imaginación es el límite.
5. Sean espontáneos. Cuando estén juntos disfruten del
momento y compartan pequeñas experiencias, pueden improvisar juegos o
simplemente ver una película.
6. Dediquen tiempo para platicar. La comunicación es vital
para fortalecer los vínculos afectivos de la familia.
7. Celebren sus logros tanto familiares como individuales.
Asimismo, motívense mutuamente para lograr metas.
8. Cuando haya problemas, eviten las discusiones y las malas
palabras. El respeto es un pilar fundamental para una sana convivencia
familiar. Pueden elegir a alguien como mediador.
9. Busquen formas de ayudarse mutuamente, sobre todo si
alguien tiene fuertes problemas.
10. Cuando surjan eventos importantes busquen la unión. Está
comprobado que al sentir el apoyo familiar, las personas toman decisiones más
asertivas.